Las normas técnicas hacen una contribución enorme y positiva a la mayoría de los aspectos de nuestras vidas, debido a que garantizan que los productos y servicios que demandamos, cumplan los estándares o parámetros requeridos en materia de calidad, seguridad, medio ambiente, fiabilidad, etc., a un precio justo y con nuestras expectativas como clientes y consumidores de los mismos, cuando esto sucede, damos por sentado que cumplen con las normas tanto nacionales como internacionales. Cuando las normas están ausentes, lo notamos, porque los productos o servicios resultan ser de mala calidad y nuestra experiencia con los mismos es desastrosa.
Vivimos en un mundo globalizado, caracterizado por un rápido desarrollo industrial, tecnológico y por el desarrollo de nuevos productos, campos e industrias, dando lugar a ciclos de innovación cada vez más breves, aunado a un crecimiento exponencial de conocimientos y tecnologías, que conlleva a la necesidad de su rápida y formal comunicación. Por estas razones, la normalización siempre ha sido una herramienta imprescindible, para facilitar el intercambio de bienes y servicios, para asegurar que los mismos satisfagan los requisitos establecidos en dichas normas y por ende de los clientes. Por ende, las normas armonizan el vocabulario científico y técnico, con el fin de evitar cualquier ambigüedad en su uso y lograr los objetivos que pretenden las mismas.
En este sentido, los Laboratorios de Ensayo y Calibración, no escapan de esta realidad ya que deben suministran a sus clientes productos y servicios confiables, en los cuales estos puedan basar sus decisiones y acuerdos, independientemente que el laboratorio sea de primera, segunda y/o tercera parte. Los laboratorios, tienen que demostrar que tienen competencia técnica, en el alcance que hayan decidido acreditarse y por ende sus resultados son técnicamente validos, lo que asegura que las decisiones se tomen con estos sean las correctas, debido a que las mismas tienen un impacto directo en la productividad industrial y por ende en el desarrollo económico nacional y esto se logra a traves de la adopción de requisitos basados en la Norma ISO/IEC 17025:2005 “Requisitos Generales para la Competencia de los Laboratorios de Ensayo y de Calibración”.
Son innumerables las operaciones de medición, que diariamente llevan a cabo en un gran número de industrias, institutos de investigación, universidades, etc., ya sea para la aceptación de insumos o materias primas, durante el control del proceso de producción, o para la liberación de sus productos finales.
La adopción de esta norma, por los laboratorios garantizara que:
• Disponen del equipamiento e infraestructura necesaria para desarrollar sus actividades.
• Aseguran la trazabilidad de sus mediciones y calibraciones asociadas a sus servicios.
• Tienen personal competente y con experiencia.
• Aplican metodologías de ensayo y calibración validadas.
• Emiten informes de ensayo y/o certificados de calibración claros y precisos.
• Aseguran la trazabilidad de las mediciones y calibraciones, asociadas a sus servicios.
• Cuentan con un Sistema de Gestión de la Calidad de las mediciones.
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